No existe una sola forma de aprender, cada uno se relaciona con el mundo de una manera distinta.
Nuestro estilo de aprendizaje es el que nos ayuda a aprender de la manera más eficiente y duradera. Hay tres tipos de alumnos: visuales, auditivos y kinestésicos. No existe una sola forma de aprender, cada uno se relaciona con el mundo de una manera distinta.
Conocer nuestro estilo puede ayudarnos a perfeccionar la manera en la que aprendemos y almacenamos la información.
Visuales: Si a la hora del examen, se le hace fácil recordar la página de texto específica y dónde en la página estaba la información que necesita, probablemente sea un alumno visual. Por eso, puede absorber con rapidez grandes cantidades de información y relacionar conceptos visuales con facilidad. En una charla, por ejemplo, absorberá la información mejor si puede leer las fotocopias en lugar de seguir la explicación oral. También puede tomar notas para poder leer.
Auditivos: Si es usted un alumno auditivo, aprende de manera secuencial y ordenada; pero necesita escuchar su grabación mental paso a paso. Le será más difícil relacionar conceptos o elaborar ideas abstractas. Sin embargo, tendrá más fácil el aprendizaje de idiomas y desarrollará sus habilidades musicales con mayor naturalidad. Como alumno auditivo aprenderá mejor si recibe las explicaciones oralmente. Le viene bien repasar hablando y explicándole los datos a otra persona.
Kinestésicos: Si es de los que escriben rápido en el teclado, sabiendo dónde está cada letra sin tener que mirar, es posible que sea un alumno kinestésico. Si es así, tiene mucha capacidad de concentración y le viene bien el contacto físico para aprender. Como alumno kinestésico, hace uso de su memoria muscular; almacena información a través de movimientos, sensaciones, acciones y manipulación de objetos. El aprendizaje puede ser más lento y difícil, pero ocurre a un nivel más profundo y por eso es más difícil de olvidar.
Para más información puede visitarse la web Wikidiversidad que además incluye un 'test' por si se desea averiguar el estilo que predomina en cada uno de nosotros.
Fuente: El nuevo día
Conocer nuestro estilo puede ayudarnos a perfeccionar la manera en la que aprendemos y almacenamos la información.
Visuales: Si a la hora del examen, se le hace fácil recordar la página de texto específica y dónde en la página estaba la información que necesita, probablemente sea un alumno visual. Por eso, puede absorber con rapidez grandes cantidades de información y relacionar conceptos visuales con facilidad. En una charla, por ejemplo, absorberá la información mejor si puede leer las fotocopias en lugar de seguir la explicación oral. También puede tomar notas para poder leer.
Auditivos: Si es usted un alumno auditivo, aprende de manera secuencial y ordenada; pero necesita escuchar su grabación mental paso a paso. Le será más difícil relacionar conceptos o elaborar ideas abstractas. Sin embargo, tendrá más fácil el aprendizaje de idiomas y desarrollará sus habilidades musicales con mayor naturalidad. Como alumno auditivo aprenderá mejor si recibe las explicaciones oralmente. Le viene bien repasar hablando y explicándole los datos a otra persona.
Kinestésicos: Si es de los que escriben rápido en el teclado, sabiendo dónde está cada letra sin tener que mirar, es posible que sea un alumno kinestésico. Si es así, tiene mucha capacidad de concentración y le viene bien el contacto físico para aprender. Como alumno kinestésico, hace uso de su memoria muscular; almacena información a través de movimientos, sensaciones, acciones y manipulación de objetos. El aprendizaje puede ser más lento y difícil, pero ocurre a un nivel más profundo y por eso es más difícil de olvidar.
Para más información puede visitarse la web Wikidiversidad que además incluye un 'test' por si se desea averiguar el estilo que predomina en cada uno de nosotros.
Fuente: El nuevo día
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