En esta cultura visual de la sociedad
posmoderna, los cómics conforman un medio de comunicación que ha sido
transcendente en el campo social. Fue durante la década de los 70 en
Estados Unidos, cuando este sirvió a los jóvenes como una manera de
manifestarse en contra del gobierno; tal es el caso de los cómics de la
contracultura que tocaban temas que representaban un tabú para la
sociedad como el sexo y la violencia.
Durante su trayecto por la historia de
la sociedad, el cómic ha sido nombrado de diversas formas en los países
que se han encargado de darle difusión. En Japón lo llaman manga, en
Francia BD, en España tebeo, en México historieta y en Estados Unidos
simplemente cómic.
Este producto cultural conformado por
una serie de dibujos dan forma a una historia en la que serán
contadas las acciones del o los personajes, combinando dos elementos
comunicativos importantes como son el lenguaje verbal y la imagen.
Como medio de comunicación, el cómic o
historieta ha servido a las personas como memoria cultural en la cuál
decir y guardar a la vez, la esencia histórica de un lugar o
acontecimiento con antecedentes en las pinturas rupestres, códices
prehispánicos, caricaturas y tiras cómicas publicadas en periódicos como
forma de burlarse del gobierno. La historieta ante todo se ha tornado
una fuente de conocimiento valiosa.
Teniendo en cuenta que el cómic educa
para bien o para mal, el principal problema radica en el uso y difusión
que les han dado las casas editoriales como Marvel y DC que lucran con
ellos creando la idea en las personas que las historietas sólo pueden
ser de superhéroes y con historias fantásticas que poca relación tienen
con la realidad.
Sabemos que es un poco difícil adentrar
al niño al mundo de la lectura desde pequeño, pero no por ello hay que
demeritar su capacidad para analizar imágenes y pequeños textos o frases
por lo que la forma en que el cómic podría ayudar al pequeño es
otorgándole los elementos para que pueda aprender e interesarse en la
historia de lo que lo rodea.
Acostumbrar al niño desde su corta edad
a interactuar con comics ya sea creándolos o leyéndolos abre la
posibilidad de que cuando crezcan se interesen por desarrollar tanto sus
capacidades artísticas como lectoras y comprensivas.
No obstante, los maestros de educación
primaria poco hacen uso de este producto comunicativo para enseñar, pues
han visto por los trabajos creados en las editoriales comerciales que
las historietas solo muestran vicios, sangre y violencia como
formas de entretenimiento.
Hoy en día falta propuesta en lo
educativo, la escuela necesita replantear su esquema de enseñanza
aprendizaje en el que el alumno no sólo digiera los contenidos de forma
memorística para olvidarlos después; Por tal razón es que se trae a
debate el uso del cómic como apoyo en el plano escolar, siendo el uso de
este medio por el cual los niños y jóvenes puedan ver ejemplificadas
las situaciones de las cuales se hablan en clase para así ver
desarrollada la teoría en lo que le acontece.
¿Hay cómics o no dedicados ala
educación?, de haberlos los hay, la problemática se centra en que son
pocos los contenidos de calidad, en algunos casos los dibujos son muy
infantiles, poco atractivos visualmente y con contenidos que han sido
copiados del libro de texto al producto cultural, contados son los casos
que se han atrevido a hacer una crítica, considerando de antemano que
estos cómics no han sido escrito en la actualidad sino en épocas
pasadas; Un ejemplo que viene a mi mente es Mafalda que nació como una
tira cómica, siendo parte de otros trabajos importantes de su tiempo.
Aterrizar el cómic en la educación esta
en un rumbo incierto en nuestro país, mientras España lo usa como
herramienta educativa y Estados Unidos ve en él un método para enseñar
filosofía a sus jóvenes, en México a falta de medios, en el área de
comunicación la creación de productos como este es todavía un caso no
aclarado, por ello el trabajo de los comunicólogos se critica lo ya
hecho y supone como será el futuro cambiante de la sociedad.
Fuente: Cómic
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