Conductas delictivas, suplantaciones de identidad, sexting o ciberacoso
son solo algunos de los riesgos principales de los social media.
Lo que antes no era posible se está convirtiendo en una realidad cada día más frecuente y peligrosa gracias a las redes sociales, pues nombres como Tuenti y Facebook se han convertido en una parte tan importante de nuestras vidas que los datos hablan por sí mismos: el 66% de los usuarios adolescentes afirma consultar sus perfiles a diario y llegar al extremo de no poder vivir sin ellos.
Sin embargo, aunque parezca que el uso de las redes sociales puede ser muy inocente (estar en contacto con amigos, compartir fotografías con ellos...) existen una serie de peligros que todo usuario debe tener en cuenta si desea que su presencia social se desarrolle con normalidad.
Así, algunos de los principales riesgos de las redes sociales son:
1) Pérdida de la privacidad
En España, la edad legal para poder acceder a una red social es de 14 años. Sin embargo, muchos adolescentes burlan las medidas de seguridad introduciendo una fecha de nacimiento falsa, con lo que logran obtener un perfil. Dada esta situación, medios como Tuenti (que cuenta con un 60% de internautas con perfil) ha establecido un sistema que, al detectar un perfil de estas características, solicita la autorización paterna para acceder o, de lo contrario, su página será eliminada.
El principal problema de que los menores de esta edad dispongan de una red social consiste en la configuración de la privacidad. Por defecto, las redes sociales permiten que toda la red pueda ver un perfil, desde sus fotografías hasta sus comentarios o amigos. Es por ello que los padres deben actuar advirtiendo a sus hijos de que configuren su privacidad para que solo sus contactos puedan ver su información.
2) Suplantación de la identidad
Cambiar la contraseña de una red social puede ser una de las principales formas a través de las que suplantar un perfil. El problema de este acto es que la persona responsable de esta actividad puede hablar en nombre del suplantado, creando tensiones y conflictos con sus contactos.
3) Ciberacoso o ciberbullying
Antiguamente, si un niño quería burlarse de un compañero se refería a él con palabras despectivas (gordo, gafotas...) delante de los demás niños. Sin embargo, la tendencia hoy en día es realizar fotografías comprometidas con el teléfono móvil, subirlas a una red social y etiquetar a las personas conocidas para que toda la red pueda reírse del afectado en cualquier momento.
Aunque estas conductas pueden denunciarse a través de las redes sociales, requieren de la denuncia de alguno de los usuarios que, en muchos casos, prefieren no intervenir.
4) Sexting
Otra de las tendencias más habituales consiste en que una pareja decida enviarse fotografías o documentos subidos de tono. Hasta aquí bien, sin embargo, en el momento de la ruptura son muchos los que deciden vengarse enviando esos archivos a todos sus contactos, faltando al respeto de la privacidad de su ex pareja.
5) Grooming
Una tendencia delictiva y la nueva forma a través de la que los pedófilos logran sus objetivos: se trata de adultos que crean un perfil haciéndose pasar por un adolescente, comienza a establecer contactos, logra que le envíen fotografías e incluso quedar con la víctima.
Este acto puede resultar severamente peligroso, pues el material gráfico puede ser utilizado de forma delictiva o provocar conductas abusivas en el caso de conocerse en la vida real.
6) Uso delictivo
Las redes también se han convertido en un canal a través del que muchas personas se aprovechan para cometer actos ilegales tales como ofrecer productos adictivos (drogas, alcohol...) a un menor precio.
7) Adicción
Aunque de menor gravedad, la adicción a una red social también puede convertirse en un gran problema para los adolescentes. Así, datos como que un elevado 43% de usuarios utilice sus perfiles sociales durante 4 horas al día puede ser preocupante, pues se abandonan otras actividades como los deportes, las relaciones sociales e incluso los estudios, anteponiendo las redes sociales.
¿Qué hacer ante estos peligros?
Los expertos advierten a los padres de la necesidad de establecer vínculos de confianza con sus hijos, mantener conversaciones con ellos y mostrarse interesados por su vida y sus actividades, eso si, sin llegar en ningún momento al acoso o los interrogatorios innecesarios que pueden interpretar mal y provocar desconfianza y que los las relaciones se cierren.
Los padres deben, además, establecer unos horarios de utilización de Internet para evitar que los niños malgasten demasiado tiempo en la red y dejen de lado otras actividades que, diariamente, son fundamentales para su correcto desarrollo físico y mental.
Fuente: Apréndelo
Sin embargo, aunque parezca que el uso de las redes sociales puede ser muy inocente (estar en contacto con amigos, compartir fotografías con ellos...) existen una serie de peligros que todo usuario debe tener en cuenta si desea que su presencia social se desarrolle con normalidad.
Así, algunos de los principales riesgos de las redes sociales son:
1) Pérdida de la privacidad
En España, la edad legal para poder acceder a una red social es de 14 años. Sin embargo, muchos adolescentes burlan las medidas de seguridad introduciendo una fecha de nacimiento falsa, con lo que logran obtener un perfil. Dada esta situación, medios como Tuenti (que cuenta con un 60% de internautas con perfil) ha establecido un sistema que, al detectar un perfil de estas características, solicita la autorización paterna para acceder o, de lo contrario, su página será eliminada.
El principal problema de que los menores de esta edad dispongan de una red social consiste en la configuración de la privacidad. Por defecto, las redes sociales permiten que toda la red pueda ver un perfil, desde sus fotografías hasta sus comentarios o amigos. Es por ello que los padres deben actuar advirtiendo a sus hijos de que configuren su privacidad para que solo sus contactos puedan ver su información.
2) Suplantación de la identidad
Cambiar la contraseña de una red social puede ser una de las principales formas a través de las que suplantar un perfil. El problema de este acto es que la persona responsable de esta actividad puede hablar en nombre del suplantado, creando tensiones y conflictos con sus contactos.
3) Ciberacoso o ciberbullying
Antiguamente, si un niño quería burlarse de un compañero se refería a él con palabras despectivas (gordo, gafotas...) delante de los demás niños. Sin embargo, la tendencia hoy en día es realizar fotografías comprometidas con el teléfono móvil, subirlas a una red social y etiquetar a las personas conocidas para que toda la red pueda reírse del afectado en cualquier momento.
Aunque estas conductas pueden denunciarse a través de las redes sociales, requieren de la denuncia de alguno de los usuarios que, en muchos casos, prefieren no intervenir.
4) Sexting
Otra de las tendencias más habituales consiste en que una pareja decida enviarse fotografías o documentos subidos de tono. Hasta aquí bien, sin embargo, en el momento de la ruptura son muchos los que deciden vengarse enviando esos archivos a todos sus contactos, faltando al respeto de la privacidad de su ex pareja.
5) Grooming
Una tendencia delictiva y la nueva forma a través de la que los pedófilos logran sus objetivos: se trata de adultos que crean un perfil haciéndose pasar por un adolescente, comienza a establecer contactos, logra que le envíen fotografías e incluso quedar con la víctima.
Este acto puede resultar severamente peligroso, pues el material gráfico puede ser utilizado de forma delictiva o provocar conductas abusivas en el caso de conocerse en la vida real.
6) Uso delictivo
Las redes también se han convertido en un canal a través del que muchas personas se aprovechan para cometer actos ilegales tales como ofrecer productos adictivos (drogas, alcohol...) a un menor precio.
7) Adicción
Aunque de menor gravedad, la adicción a una red social también puede convertirse en un gran problema para los adolescentes. Así, datos como que un elevado 43% de usuarios utilice sus perfiles sociales durante 4 horas al día puede ser preocupante, pues se abandonan otras actividades como los deportes, las relaciones sociales e incluso los estudios, anteponiendo las redes sociales.
¿Qué hacer ante estos peligros?
Los expertos advierten a los padres de la necesidad de establecer vínculos de confianza con sus hijos, mantener conversaciones con ellos y mostrarse interesados por su vida y sus actividades, eso si, sin llegar en ningún momento al acoso o los interrogatorios innecesarios que pueden interpretar mal y provocar desconfianza y que los las relaciones se cierren.
Los padres deben, además, establecer unos horarios de utilización de Internet para evitar que los niños malgasten demasiado tiempo en la red y dejen de lado otras actividades que, diariamente, son fundamentales para su correcto desarrollo físico y mental.
Fuente: Apréndelo
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