Un estudio que busca analizar la dependencia emocional de los más jóvenes a Internet, realizado por Intersperience, reveló que la juventud británica se sentiría triste y sola si no pudiese acceder a la web.
Este proyecto, llamado Digital Futures, interrogó a 1000 jóvenes de Reino Unido entre los 8 y los 18 años, en un intento de poder comprender mejor cómo la tecnología online y digital afecta sus vidas.
Los resultados mostraron que los menores de 12 años tienen una fuerte conexión emocional con Internet. La mitad de ellos respondieron que se sentirían solos sin ella. Mientras que los adolescentes mostraron una dependencia aun mayor,
respondiendo el 60% de ellos que además se sentirían tristes, lo cual
muestra la popularidad de las redes sociales como Facebook y Twitter
entre los miembros de más edad del grupo. De hecho, más del 70% de los
adolescentes aseguraron que chatean por Facebook.
Sin embargo, si bien podría parecer que Reino Unido se está convirtiendo en una nación de ermitaños que no se despegan de sus computadoras, el 50% de los adolescentes respondieron que les gusta conversar con sus amigos cara a cara, comparado con un 35% que prefiero la amistad online.
Paul
Hudson, jefe ejecutivo de Intersperience, dijo que el hecho de que los
niños sean tan dependientes de Internet se suele considerar algo
negativo pero que, sin embargo, es algo perfectamente natural para una generación cuya vida social se desarrolla principalmente online. “Es el equivalente a quitarle el teléfono a la gente más grande, también se sentirían tristes y solos”.
Los
resultados mostraron que un 74% de los menores de 12 años se conectan
para jugar y un 65% para realizar su tarea para el colegio.
Tal
vez como un reflejo de la situación económica que vive el mundo hoy en
día, más de un 33% aseguró conectarse para buscar cosas que comprar o
vender. Son muchos los jóvenes que además entienden sobre la seguridad
online y re rehúsan a brindar datos a organizaciones.
Hudson
además dijo que los resultados mostraron que los niños de 8 a 11 años
realizan un rango de actividades diarias online mucho más amplio que los
adultos.
“Nuestro estudio muestra que lejos de perderse el arte
de la conversación, los niños todavía prefieren charlar con sus amigos
en persona”.
Fuente: Digital Trends
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