La sociedad de la información está realizando grandes cambios en el
proceso de enseñanza-aprendizaje, así como en la manera en la que nos
relacionamos, nos divertimos y trabajamos. Los alumnos reciben una
cantidad de información muy superior a lo que hace años un libro de
texto o una enciclopedia podía mostrarles. Nos encontramos en la era del
conocimiento y de la información y la escuela debe aprender a usar este
recurso de manera eficaz, integrándolo en el aula y sacando el máximo
partido a las posibilidades que nos ofrecen los nuevos entornos de
enseñanza-aprendizaje.
Las redes sociales forman una parte muy importante de la vida de los
jóvenes en su rutina diaria. Constantemente se encuentran conectados a
alguna de éstas, estableciendo relaciones sociales diversas. El mundo
educativo no puede quedarse al margen de este proceso. La obligación de
los educadores es que los jóvenes aprendan a hacer un uso adecuado de
esas herramientas mostrándoles sus potencialidades. Pero no sólo debemos
formar a nuestros alumnos, sino que debemos formarnos a nosotros mismos
y a las familias. Se trata de realizar un acompañamiento digital común y
así, entre todos, las posibilidades son mucho más extensas.
Facebook es la red social más conocida y usada en el mundo. Se trata
de una herramienta que permite establecer contacto y comunicación con
otras personas desde cualquier parte del planeta de manera directa. El
uso de ésta es muy variado, según el contexto o los intereses de cada
uno. La mayoría de los usuarios establecen diálogo con amistades,
antiguos compañeros, familiares o con personas con las que comparten
gustos o intereses afines. Las posibilidades son infinitas. Desde apoyar
causas, organizar eventos, compartir intereses, hasta vender artículos o
buscar empleo. Facebook ofrece una cantidad de recursos que pueden ser
útiles para la educación en el contexto de comunicación constante en el
que vivimos. La escuela tradicional en la que el alumno se limitaba a
recibir información ya quedó obsoleta hace mucho tiempo. El educador
debe trabajar mediante la comunicación y hacer partícipe al alumno en
cada una de las actividades. Facebook permite crear un ámbito de trabajo
que facilita la comunicación continua y propicia una actividad
constante y participativa de los usuarios. Este aspecto es muy positivo
en el aula, ya que permite a los estudiantes relacionarse entre sí de
una manera directa intercambiando opiniones e información que, quizás,
si se hubieran expuesto en el aula, hubiera podido cohibirlos. El
diálogo en la Red es fácil e instantáneo y el hecho de mantenerse en
contacto constante con compañeros de clase, permite a los alumnos que se
encuentren en un ambiente favorable y que aumente la motivación para
realizar sus trabajos gracias a la mezcla del aprendizaje formal e
informal.
A la vez, Facebook permite que el docente pueda poner a disposición
de todos los miembros de la comunidad educativa diverso material para su
asignatura. Por lo tanto, podemos beneficiarnos muchísimo de esta
herramienta gratuita y conocida, ya que nos permitirá centralizar todas
las actividades que deseemos realizar en un entorno educativo que
refuerza el sentido de pertenencia al grupo. De esta manera, los
docentes y los alumnos establecen una relación más cercana en la que se
facilita la comunicación entre ellos, así como la cooperación y
colaboración entre los miembros de un equipo de trabajo.
Facebook por sí solo no educa, debemos dirigir la herramienta y
acompañar a los alumnos en este proceso para que conozcan las
posibilidades así como los riesgos que supone establecer un perfil
público. Debemos educarlos para la comunicación mostrándoles que no
existe un saber dado e impuesto sino un conocimiento compartido y un
aprendizaje continuo.
Fuente: Educared
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